jueves, 29 de agosto de 2013

¿Y A TI? ¿QUÉ TE INSPIRA SUPERACIÓN?

CUESTIONES QUE ME INSPIRAN SUPERACIÓN

Las cuestiones que me inspira superación son muchas y muy variadas, voy a tratar de enumerarlas, aunque a veces son sentimientos difíciles de escribir.
  •         Me inspira como persona el hecho de haber decidido ser feliz, a pesar de que a veces la vida te coloca en situaciones de dolor, de tristeza, de enfado. Cada día de mi vida me recuerdo esa actitud que yo he decido y afronto mejor esas situaciones difíciles.
  •        Me inspira superación como madre, ver crecer a mis hijos, ser parte de su desarrollo como personas, aportándoles mi confianza y comprensión.
  •         Me inspira superación como profesional, el haber sabido encajar la situación que me ha tocado y haber encontrado otra profesión muy diferente a la que anteriormente desarrollaba.
  •      Me inspira superación el haber reflexionado acerca de mi propósito de vida, mis valores, creencias, mi misión. Cada día de mi vida vivo sujeta a ese propósito de vida y superarme para tener la fortaleza suficiente de si cometo errores aprender de ellos.
  •           Me inspira superación un propósito que me he planteado en mi vida y es que cada día haré un favor a una persona, de forma espontánea, sin esperar nada a cambio.
  •           Me inspira mucha superación el ver como personas que no tienen fácil la vida, bien por su situación o especialmente personas con diferentes minusvalías, que han sabido aceptar y dirigir su vida, superándose cada día, haciendo cosas que realmente podríamos pensar como “imposibles” y ellos lo hacen posible.
  •        Me inspira superación ser mejor persona cada día, ofrecer una sonrisa a todo el mundo, parece un gesto simple y sencillo, pero muchas veces olvidado.
  •       Me inspira superación el aprender de “Maestros”, que me aportan su sabiduría, su experiencia y su saber hacer.
  •      Me inspira superación el afrontar los miedos que me puedan acechar, identificarlos y saber gestionarlos con el fin de superarlos.


Anímate y comparte que cosas te inspirar a ti superación.

¿QUE ES LA ESCUCHA ACTIVA?

Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es, el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día, se debe en gran parte, a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar, y con ello se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la escucha activa?

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla.

¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar? Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.

Elementos que facilitan la escucha activa:

  • Disposición psicológica,  prepararse interiormente para escuchar.
  • Observar al otro.
  •  Identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
  • Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).

Elementos a evitar en la escucha activa:


  • No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La curva de la atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continúa y vuelve a ascender hacia el final del mensaje. Hay que tratar de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje, con objeto de que nuestra atención no decaiga.
  • No interrumpir al que habla.
  • No juzgar.
  • No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.
  • No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: "no te preocupes, eso no es nada".
  • No contar "tu historia" cuando el otro necesita hablarte.
  • No contra-argumentar. Por ejemplo: el otro dice "me siento mal" y tú respondes "y yo también".
  • Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.